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Cuaversos de Bitácora: Ernesto Cardenal


Hace unos días me reencontré con un viejo librito que compré en 1979 y lo releí: los “Epigramas”, de Ernesto Cardenal, el cura revolucionario y enamoradizo que cantaba la teología de la liberación, la revolución sandinista o el odio al dictador  Anastasio Somoza, “Tachito”, con el mismo entusiasmo vitalista que a sus enamoradas, imaginarias o reales, siempre imitando los epigramas de Marcial. 

Disfruté con esa rápida relectura, así que he seleccionado doce epigramas, en el mismo orden en que aparecen en la edición que yo tengo (de Tusquets Editor, en colección Marginales, de 1978).

EPIGRAMAS

 

…pero no te escaparás de mis yambos…

(Catulo)

 

Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.

Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.

Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,

un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica.

Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,

otras soñarán con este amor que no fue para ellas.

Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,

(escritos para conquistarte a ti) despiertan

en otras parejas enamoradas que los lean

los besos que en ti no despertó el poeta.

 

 

 

 

Otros podrán ganar mucho dinero

pero yo he sacrificado ese dinero

por escribirte estos cantos a ti

o a otra que cantaré en vez de ti

o a nadie

 

 

 

 

Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:

yo porque tú eras lo que yo más amaba

y tú porque yo era el que te amaba más.

Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:

porque yo podré amar a otras como te amaba a ti

pero a ti no te amarán como te amaba yo.

 

 

 

 

Muchachas que algún día leáis emocionadas estos versos

y soñéis con un poeta:

sabed que yo los hice para una como vosotras

y que fue en vano.

 

 

 

 

Esta será mi venganza:

Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso

y leas estas líneas que el autor escribió para ti

y tú no lo sepas.

 

 

 

Me contaron que estabas enamorada de otro

y entonces me fui a mi cuarto

y escribí ese artículo contra el Gobierno

por el que estoy preso.

 

 

Mural sandinista (de lavozdelsandinismo.com)

 

 

 

 

 

Tú que estás orgullosa de mis versos

pero no porque yo los escribí

sino porque los inspiraste tú

y a pesar de que fueron contra ti:

 

Tú pudiste inspirar mejor poesía.

Tú pudiste inspirar mejor poesía.

 

 

 

 

Yo he repartido papeletas clandestinas,

gritando: ¡VIVA LA LIBERTAD! en plena calle

desafiando a los guardias armados.

Yo participé en la rebelión de abril:

pero palidezco cuando paso por tu casa

y tu sola mirada me hace temblar.

 

 

 

(De redcultura.com)

 

 

Tú has trabajado veinte años

para reunir veinte millones de pesos.

Pero nosotros daríamos veinte millones de pesos

Para no trabajar como tú has trabajado.

 

 

 

 

Tú no mereces siquiera un epigrama.

 

 

 

 

Tus ojos son una luna que riela en una laguna negra

y tu pelo las olas negras bajo el cielo sin luna

y el vuelo de la lechuza en la noche negra.

 

 

 

 

¡Mi gatita tierna, mi gatita tierna!

¡como estremecen a mi gatita tierna

mis caricias en su cara y su cuello

Y vuestros asesinatos y torturas!

 

 

 

Creo que es todo un lujo. Todo un alarde de complicada y sutil sencillez.

Alberto Granados

6 comentarios el “Cuaversos de Bitácora: Ernesto Cardenal

  1. Efectivamente todo un lujo para la mente y el corazón. El poeta, a través de una sutil sencillez a la que solo acceden los grandes maestros, logra trasmitirnos sus emociones y sentimientos. Versos limpios de artificios que recuerdan a Marcial y a veces también a Bécquer. El hecho de que sea un cura el enamorado, a más de llevarnos a pensar en el Arcipreste de Hita, le da al poema un halo de incoformismo que se convierte en un aliciente más de estos epigramas.Todo un acierto traerlos a la bicátora.

  2. De todos los cardenales, éste es el que prefiero. En aquella época era también una de mis lecturas iniciáticas (en muchos sentidos). La que se llamó entonces poesía social, poesía comprometida (la de Blas de Otero, Gabriel Celaya, José Hierro…), tenía su prolongación en los americanos con sus connotaciones antiimperialistas tan marcadas en Cuba, Nicaragua, etc. Te acordarás de aquellas ediciones de Ruedo Ibérico y de Losada tan buscadas y añoradas. Yo creo que tú si te mereces un epigrama.

    Si de algún cardenal elijo una lectura,
    prefiero la que propone Alberto:
    La importancia de llamarse Ernesto,
    el Cardenal que no pasó de cura.

  3. Me han sabido a poco por su ternura irónica y la gracia al jugar con las palabras. Le conocía sólo de nombre. Hoy he dado un pasito.
    Un beso, Alberto.

  4. Francisco, Miguel y Glòria, los únicos que habéis comentado: gracias. Yo veo que son unos versos muy hermosos. Lo que me extraña es que sólo os haya movido a vosotros tres, pues ayer entraron 162 visitas. ¿No les gustó a los otros 159 visitantes? Hay veces que creo ue los que entran a este blog lo hacen confundidos con el otro Alberto GRanados, el de la cadena SER. Que mi público no es tan masivo.
    Miguel, me reí bastante con tu epigraa.
    Un abrazo,

    Alberto

    PS Hoy toca militancia (pero no directa) en alospiesdelasabika

  5. Eh! eh!, que a mi no me había dado tiempo. También me han emocionado los epigramas. Toda poesía que habla de amor es bienvenida.Solo un pero. Para mi hubiera sobrado Claudia, me huele a despecho y lo hubiera dejado solo en Libertad.
    Estoy solo en mi blog word.press y vuelvo a ideal, que parece ha mejorado, aunque siga publicando en word.
    Un abrazo

  6. estos hermosos escritos hacen del amante un loco enamorado, y del quen no esta enamora un desdichado al no tener a quien leerle estas hermosas letras.

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