7 comentarios

CUAVERSOS DE BITÁCORA: Javier Egea


En unas semanas, la Sala Cultural Nueva Gala presentará las Obras Completas de Javier Egea (Bartleby Ediciones), el poeta que junto a Álvaro Salvador y Luis García Montero, definió el concepto de “la otra sentimentalidad”, título de una especie de manifiesto poético que los tres publicaron en 1983 y que sirvió para diseñar un nuevo tipo de poesía, llamada de la experiencia, siempre asociada al ubicuo García Montero, pero en el que hay que englobar también a poetas como Inmaculada Mengíbar, Aurora Luque, Ángeles Mora, Felipe Benítez Reyes, Alejandro Duque Amusco, Vicente Tortajada, Ana Rossetti, José de Miguel Josefa Parra, o Manuel Gahete.

El núcleo central del grupo nació ya con polémica (el profesor Juan Carlos Rodríguez, aseguraba que el grupo desapareció en el mismo año de surgir), ya que trata de reinventar una llamada nueva sentimentalidad, cuando el materialismo que en mayor o menor medida profesan rechaza el yo íntimo y libre, pues el yo nunca puede ser libre, sino que viene marcado por la historicidad. Es una concepción marxista, concretamente de la corriente althusseriana. Tal vez haya que aclarar que los tres firmantes del manifiesto de la nueva sentimentalidad, así como el propio teórico Juan Carlos Rodríguez, formaban parte del Departamento de Lengua y Literatura de la universidad de Granada, es decir, compartían todo el tiempo en muy poco espacio, la conceptualización generó intensos debates y las tensiones aparecieron.

(Imagen tomada del blog  lahabitacion301 en blogspot)

Hay quien asegura que la llegada al poder de los socialistas, en octubre de 1982, supuso un cambio de la militancia marxista al acomodo socialdemócrata. Egea, que aseguraba no venderse (“Los solitarios son esos que le dicen a su amada: me quedo solo, pero no me vendo”), contempló (siempre según cierta interpretación) el irresistible ascenso de García Montero al que sintió como un traidor que había abandonado la poesía de combate, para, a cambio, conquistar unas cuotas de popularidad, protagonismo y poder nunca vistos en un hombre de letras (ediciones críticas de los grandes, participación como jurado en los premio más prestigiosos, presencia decisoria en el mundo editorial, capacidad de opinión y acceso a los medios más prestigiosos, comisariado de grandes efemérides generosamente subvencionadas…).

El proceso coincide con la profunda depresión de Egea, que se considera marginado y ninguneado. En 1999 se suicidó, pocos meses antes de que cayera otro símbolo del comunismo totalitario: el muro de Berlín.

Las tensiones entre los poetas han generado abundante polémica, un proceso judicial que condenó a García Montero por difamación contra el profesor José Antonio Fortes, un libro de este último (“Intelectuales de consumo”), una novela biográfica, con personajes reales, (“La conjura de los poetas”, Editorial Almuzara, 2010) del también profesor marxista Felipe Alcaraz y el abandono de la docencia en la Universidad de Granada por parte de García Montero.

Estos cuaversos, sin embargo, sólo van a mostrar, como siempre, tres poemas, que lo demás importa menos:

TÚ ME DUELES AMOR

 

 

 

… Tú me dueles, amor, pero te canto

y es el gusano que en la carne horada,

no torbellino sino abrazo lento,

sí razón o temor, sí bárbaro camino.

 

 

 

 

 

 

CUANDO DIJISTE ¡BASTA!…

 

 

 

Cuando dijiste ¡basta! era diciembre

y sólo tú templabas el vacío.

Pensé que nada estaba,

que se perdió contigo la llave de la vida.

Después miré a la calle

y era la misma puerta para todos:

la vida no existía.

Desde el mismo cerrojo

la herrumbre del expolio nos miraba.

 

 

 

 

 

 

PASEO DE LOS TRISTES

 

 

 

Entonces,

en aquella ciudad

o en la intuición primera, vaga, de su cuerpo,

el pensamiento aún flotaba en bucólicos careos,

en versos aprendidos sin historia

y no era posible amar entre unas calles donde todo era sucio,

carne sin brillo,

cuando aún en el mar, la nube y las espigas

sin historia y sin tiempo, vanos,

estábamos durmiendo

o ignorando

esa gota de sangre que cuelga del amor

-su blanco cuello herido-,

ignorando la clase oscura en que nacimos,

sin consciencia de naves hundidas,

de rubios náufragos,

condenados a vivir una historia perdida

de explotación y soledad, de muerte enamorada, sin saberlo.

Y sin embargo,

entre los autobuses, el gentío,

en la dulce ignorancia,

fue creciendo una luz

que nos hizo sentir un crujido brillante

después que allí, en la sórdida pensión

donde siempre se asilan viajeros sin destino,

gentes oscuras,

en un lugar sin esperanza,

dos cuerpos se sintieron indefensos

sudando en el asombro de la primera felicidad.

 

 

 

 

La presentación de las obras de Egea, el próximo mes de abril, será un merecido homenaje al poeta desaparecido prematuramente.

Alberto Granados

7 comentarios el “CUAVERSOS DE BITÁCORA: Javier Egea

  1. No había leido nada de él y me gusta, y mucho además. Son poemas de calle, de pie de calle y para la gente de cada día.
    Voy a mirar por internet algo más de sus obras, me ha gustado:)

  2. ¡Excelente post!… Bien por traer a Egea a tu casa…

    Besos

  3. Kape, acaban de reeeditar su mejor libro: «Paseo de los Tristes». El nombre es el de un paseo que transcurre hunto al río Darro, a los pies de la Alhambra y que, antiguemente seguían los entierros para subir al cementerio, de donde viene el nombre. Es un gran poemario.

    Alejandra, Egea me cae bien. Lo que quiere decir que… Lee esto (de ahí he sacado buena parte de mi información para el post, junto a lo que flota en el ambiente local, que asegura que Granada es una ciudad cainita).

    Gracias, señoras, por aparecer por este páramo.

  4. Los páramos no son lugares inhóspitos; antes al contrario son los hábitats naturales de la poesía. Uno suele frecuentarlos y dejar constancia de su fidelidad al amigo y a los versos (esta vez un poco más tarde: ando de nuevo por tierras cartaginesas). Bueno, al grano: Egea es uno de los nuestros, «en la sórdida pensión donde siempre se asilan viajeros sin destino». Otro ángel fieramente humano.

    Un abrazo huertano

  5. Gracias Alberto, ya tengo autoregalo para Sant Jordi.
    Un abrazo agradecido

  6. Alejandra, me despisté y no incluí el enlace que te anunciaba. Es este: http://espina-roja.blogspot.com/2010/09/felipe-alcaraz-presenta-su-libro-la.html

    Miguel, yo atribuía tu ausencia a que estabas con tu hijo en Vietnam, que para eso ha habido un puente. Veo que estás hecho un huertano. Me saludes a la familia.

    Kape, celebro que te agrade mi sugerencia.

    Abrazos

  7. Otro poeta que me descubres y ya lo encuentro suicidado. Una ñástima por él que tenía un lenguaje íntimo y doloroso que sugiere una época vivida.
    Un beso como siempre, querido Alberto!

Deja un comentario