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La Caja de Galletas


Quedan muy pocos días para que se cierre, tras dos meses abierta, la magnífica exposición de fotografías de Agustín Centelles, “La Caja de Galletas. El autor y su obra”, que hasta el próximo día 16 puede verse en el Museo Casa-Molino de Ángel Ganivet.

La prensa ha contado el hecho de que los hijos del fotoperiodista encontraron una caja de galletas Victoria (una marca fabricada en Reus por aquellos años de postguerra) una serie de negativos con más de ochocientas fotografías que había tenido la precaución de guardar en el desván de la casa donde se albergó en Carcasonne, temeroso de pasar la frontera de su autoexilio francés, con aquel comprometedor material (había muchas fotos usadas para carnés de identidades falsas de los que volvían, como él mismo, del exilio).

La muestra incluye casi noventa imágenes de este fotógrafo al que se ha llamado el Robert Capa catalán (si bien él había nacido en Valencia).  Una parte se dedica a las imágenes de una Barcelona cosmopolita (iglesias, la playa de la Barceloneta, el monumento a Colón…) y costumbrista (círculo de niños jugando, las modistillas que acuden a la procesión de Santa Lucía, la orquestina de sardanistas…), deportivas (el momento en que el ciclista Mariano Cañardo se avitualla en plena carrera), personajes representativos de la vida catalana (el poeta José María Sagarra, el político Carlos Pi i Suyer, el pedagogo Marcelino Domingo…) o de artistas célebres (Salvador Dalí, las pianistas Alicia de Larrocha y Rosa Sabater). Hay otras fotografías de sucesos (accidentes de un avión militar o del tren 1207, descarrilado en 1935), del campo de concentración de Bram, de tipos populares (“La Moños”, una indigente similar a las que hoy vemos en cualquier ciudad, marginadas por el alcohol), y publicitarias (al volver a España se le retiró el carné de periodista y abandonó el fotoperiodismo).

Sin embargo, lo que hizo famoso a Centelles es su serie de fotos sobre la Guerra Civil, algunas de las cuales fueron portada de la revista americana Newsweek (la que recoge al guardia de asalto Mariano Vitini  junto a dos compañeros disparando parapetados tras los cadáveres de dos caballos, el día 19 de julio de 1936), o la que pasa por ser su foto más conocida, “Máter dolorosa”, en la que una mujer reconoce el cadáver de su marido entre los muertos que fueron trasladados al cementerio de Lérida tras ser bombardeada la ciudad, el 3 de noviembre de 1937.

(Imagen tomada de aprendersociales.blogspot)

(Imagen tomada de aprendersociales.blogspot)

(Imagen tomada de aprendersociales.blogspot)

El blanco y negro de sus imágenes, la presencia de una de su Leicas, el propio montaje de la exposición recrean un aire terrible y nostálgico, imposible de pasar por alto. Sobrecoge la proximidad de las imágenes, que no parecen un simple trozo de papel, sino algo lleno de vida, de aliento y tragedia. Quedan once días para visitar una muestra que resulta imprescindible. El que avisa…

Alberto Granados

6 comentarios el “La Caja de Galletas

  1. Yo titularía la foto de los niños jugando a fusilar:»Educados en valores». Gracias, Alberto. Un saludo cordial.

  2. Más allá de la polémica desatada por su venta y por las decisiones tomadas, yo me quedo con el hecho de que puedan ser vistas, sin más. Es un legado que debe salir a la luz, sin duda, y que ahora en Granada tenéis la suerte de disfrutar.
    Saludos y que los reyes magos dejen perlas de esta índole más a menudo;)

  3. Alberto:
    Un bellísimo y evocador post. La caja de galletas pudo estar fabricada en una empresa de Badalona actualmente inexistente: G. de Andreis Metalgraf Española S.A.. El pueblo de Badalona la llamaba familiarmente «la llauna» o lo que es lo mismo: «la lata» porqué las cajas de galletas, ya sabes, eran de hojalata. El edificio es hoy in instituto de enseñanza media y guarda el nombre: La Llauna.
    Ya ves como he volcado algunos datos de un tiempo y de un país.Un abrazo.

  4. Pablo, tu comentario me hace recordar aquel poema de Nicolás Guillén:

    Ayer vi un niño jugando
    a que mataba a otro niño.
    Hay niños que se parecen
    a los hombres trabajando.
    ¿Quién les dirá cuando crezcan
    que no que los hombres no son niños?
    Que no lo son. Que no lo son…

    Kape, lo de la venta para mí es secundario. Lo que me llama la aención es tener ante mí tal cantidad de fotos magist5ales, tan llenas de contenido, tan mágicas. Me da igual si son de la Generalitat, del Ministerio o de las ursulinas (obviamente, prefiero que no sea de estas últimas)

    Glòria, el precioso catálogo (contien la práctica totalidad de las fotos expuestas) asegura que las galletas eran de Reus, aunque esto es totalmente secundario. Las fotos no los on.

    Saludos y gracias por estar aquí (ya vais quedando pocos).

  5. Muchas gracias por todos los comentarios, gracias por los detalles de la fabricación de la «Caja», esperamos traer una nueva exposición de Centelles dedicada a la guerra civil proximamente.

    Gracias Granada, gracias a la Diputación de Granada y a la diputada de Cultura por traer esta muestra del buen hacer profesional de Agustí Centelles.

    ¡Hasta pronto!

  6. […] Andrés Cárdenas. También he comentado las exposiciones “Un cuento chino” , de Juan Vida;  La caja de galletas, con las impresionantes fotografías de Agustí Centelles (los herederos me agradecieron el post); […]

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