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Los sencillos placeres


El DRAE nos dice que PLACER es, entre otras cosas: Satisfacción, sensación agradable producida por la realización o suscepción de algo que gusta o complace”, definición completísima que nos aparta del gozo sensual al que nuestra mente nos remite casi automáticamente. Porque la primera imagen que asociamos al concepto “placer” es, casi siempre, algo relacionado con la sexualidad, con un contenido erótico, tan ligado a nuestros intereses e instintos.

Sin embargo, la vida está llena de sencillísimos placeres, que van desde el vaso de agua cuando se tiene sed a la contemplación de un hermoso paisaje; desde la sonrisa de un bebé en el autobús a una pieza musical o literaria que nos emocione; desde la sensación de calor dentro de la cama al primer sorbo de cerveza, cuando se está sediento… La vida nos sirve a diario mil sencillos placeres para contrarrestar la infelicidad y la frustración. Sólo hay que saber degustarlos en todo su verdadero valor. Esta entrada dominical pretende demostrarlo, a base de fotografías que nos muestran modestísimas formas de felicidad, tan próximas, tan simples, que apenas las apreciamos.

 

 

Se trata de alguna imagen propia, junto a otras encontradas en la red (básicamente en los blogs Fantomatic75 y Disonancias). Cuando los he encontrado, menciono datos tales como nombre o fecha. En otros casos, la imagen aparecerá tal cual, explicándose por sí sola.

Empecemos por las mil formas de pequeña felicidad de los niños, esas criaturas frágiles y dependientes, cuyo desvalimiento se compensa con la enorme facilidad para encontrar la felicidad y la ilusión. En ocasiones, basta con lo más inocente para que de forma espontánea aflore una sonrisa de dicha o un gesto de plenitud.

 

 

ALFRED EISENSTADT El primer tambor y los niños, 1951

DAVID HURN Niña disfrazada

BRASSAÏ, La vendedora de globos o el niño sonriente, Paris 1931

WILLY RONIS, El pequeño parisino, 1952

Ballets, autor y fecha desconocidos

A veces, el sentimiento de culpa es lo que genera esa racha de felicidad, liberada y liberadora de los corsés éticos. Es el placer de la transgresión, el regusto de ser malos, el alma de la travesura.

 

 

HERBERT LIST Buenos amigos, 1939

Los adultos, por su parte, parecen ser enormemente felices cuando regresan a ese paraíso perdido que es la infancia. Volver a ese viejo tiempo pasado, a esa Arcadia, es posible y produce tanto placer que Jorge Manrique formuló su famosa frase que asegura que “… cualquier tiempo pasado fue mejor”.

 

 

IRENE SUCHOCKI El carrusel de la Torre Eiffel

MARIO GIACOMELLI Imagen de la serie  “No tengo manos que me acaricien el rostro”, 1953-63

Monja de St Sebastian School durante una salida 1962 (Datos desconocidos)

Mark Steinmetz, título desconocido

La vida cotidiana también nos depara situaciones que pueden contener una enorme dosis de placer. Unos ejemplos: una buena siesta reparadora, un almuerzo campestre, un paseo en moto, un cigarrillo prohibido, la contemplación de una mujer arreglándose las medias, un orgasmo, un baño en plena calle con los nietos, el primer café del día, la narcisista contemplación de la propia belleza…   

 

 

HERBERT LIST Padre con sus hijos a la hora de la siesta, Sicilia 1959

CARTIER BRESSON Almuerzo junto al rio

SCOTT POMMIER, Datos desconocidos

CAMPAÑA DE MARLBORO Monjas fumando

FERENC BERKO Mujer arreglándose las medias, Londres, 1935

ERNESTO TIMOR Éxtasis

EUGENE RICHARDS, Abuela, Brooklyn, 1986

JACINTO GUTIÉRREZ El primer café

IMOGEN CUNNINGHAM Phoenix en el espejo, alrededor de 1968

Dada mi desafección por los deportes, me pierdo lo que parece ser un placer casi incontrolable: los goles y esa desbordada alegría que generan.

 

 

 AGENCIA REUTERS, Alegría por el gol de Villa frente a Paraguay, durante el último Mundial

Tal vez no me pierdo gran cosa, no lo sé: prefiero un buen paisaje o una fachada.

 

 

El Albayzín, desde el mirador de Almanzora Alta

 Fachada en Antequeruela Alta

Es que soy muy raro.

Alberto Granados

8 comentarios el “Los sencillos placeres

  1. Un placer disfrutarte.

  2. Es un placer leerte y un disgusto cuando advierto una cierta flojera de ánimo en tus comentarios del blog de AMM.

    • José Carlos, gracias por el disfute, también modesto y sencillo. Respecto a mi flojera… creo que no os perdéis nada. Leo siempre lo de AMM, pero no me gusta entrar en las permanentes diusputas de gente infiltrada que ni se identifica convenientemente. Por otra parte, mis aportaciones pasan totalment desapercibidas, salvo para tres o cuatro y casi nunca obtienen una respuesta, así que mejor pasar desapercibido.

      Un abrazo,

      AG

  3. Coco, Manuel M. Mateo y Carmen Mateo celebro que os guste el post. A veces es necesario saber disfrutar de lo cotidiano, en vez de pensar en las grandísmas dichas de cuento de hadas.

    Un abrazo,

    AG

  4. a lesson learned – live in the moment, find joy in the moment, even a cool breeze or a child’s laugh can bring a bountiful pleasure …….. much needed reminder. Thanks AG
    xxx

  5. So many pleasures that we forget at any moment…The big «hapiness» maybe doesn’t exist, but as an abstract thought, although we can enjoy thousand small, tiny, causes for smiling, laughing or felling just a bit happier.
    I try to catch the moment. The ancient latins said «Carpe diem». They were right.

    Regards from Granada.

    AG

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