A Pablo Alcázar, a quien tanto gustan estas disquisiciones.
Además, él las reelabora y luego escribe un magnífico post.
Nacemos indefensos, con nuestros cerebros casi en blanco y lo que vamos viendo, oyendo, saboreando… terminará por conformar, de manera imperceptible, ese ser adulto que llegaremos a ser. Todo lo que “mamamos” se convierte en una impenetrable superestructura mental que nos determina, llámese ideología, llámese ética, llámese cultura. Sólo aplicando un exigente sentido crítico podremos salir de esa costra ideológica y cuestionar los valores que se nos adhirieron en nuestro entorno y tomar una postura realmente nuestra ante los problemas de la vida, sin aceptar o rechazar a priori, lo que la “costumbre” nos dice que es bueno o es malo.
Esto viene a cuento de un comentario (como siempre, inteligente) de Miguel Cobo a mi post de ayer sobre Villaespesa. Al referirse a su poema Un drama eterno (un soneto sobre la violencia de género y la ancestral costumbre de matar a la mujer a la menor ocasión), Miguel me recordaba algunas de las canciones que reproducen y alimentan esa manera de ver el mundo, y que incluso ahora se siguen versionando, contra todo postulado de lo “políticamente correcto”.
Además de dichas canciones que mencionaba el amigo Miguel, he buscado en mi memoria y hoy os traigo las letras de algunas de las canciones que he ido oyendo a lo largo de mi vida y que estaban llenas de incitaciones al “la maté porque era mía”.
Para que veamos que en todas casas cuecen habas, el galés Tom Jones, incluye esta temática en su mayor éxito, Delilah (1968), en que un hombre mata a su chica al verla con otro:
I saw the light on the night that I passed by her window
I saw the flickering shadows of love on her blind
She was my woman
As she deceived me I watched and went out of my mind
My, my, my, Delilah
Why, why, why, Delilah
I could see that girl was no good for me
But I was lost like a slave that no man could free
At break of day when that man drove away, I was waiting
I cross the street to her house and she opened the door.
She stood there laughing
I felt the knife in my hand and she laughed no more
My, my, my Delilah
Why, why, why Delilah
So before they come to break down the door
Forgive me Delilah I just couldn’t take any more
She stood there laughing
I felt the knife in my hand and she laughed no more
My, my, my, Delilah
Why, why, why, Delilah
So before they come to break down the door
Forgive me Delilah I just couldn’t take any more
Forgive me Delilah I just couldn’t take any more
Que, en cristiano, quiere decir (perdón por la traducción que he perpetrado):
Vi la luz la noche cuando pase junto a su ventana
Vi las agitadas sombras del amor en su persiana
Era mi mujer
Cuando me engañó, me di cuenta y perdí la cabeza
Mi, mi, mi Delilah.
¿Por qué, por qué, por qué, Delilah?
Vi que esa chica que no era buena para mí
Pero estaba perdido como un esclavo al que nadie podía liberar
Al romper el día, cuando el amante se alejó conduciendo, yo estaba esperando
Crucé la calle hacia su casa y ella abrió la puerta
Se quedó de pie riendo
Sentí el cuchillo en mi mano y no rió más
Mi, mi, mi Delilah.
¿Por qué, por qué, por qué, Delilah?
Antes de que vengan a echar la puerta abajo
Perdóname, Delilah, simplemente no pude soportarlo
Crucé la calle hacia su casa y ella abrió la puerta
Se quedó de pie riendo
Sentí el cuchillo en mi mano y no rió más
Mi, mi, mi Delilah.
¿Por qué, por qué, por qué, Delilah?
Antes de que vengan a echar la puerta abajo
Perdóname, Delilah, simplemente no pude soportarlo
Perdóname, Delilah, simplemente no pude soportarlo.
Joan Baez, también tocó esta temática en su “El preso número nueve”, un tema de Roberto Cantoral, previamente popularizado por el trío Calaveras.
EL PRESO NÚMERO 9
Al preso número 9
Ya lo van a confesar
Está rezando en la celda
Con el cura del penal
Porque antes de amanecer
La vida le han de quitar
Porque mató a su mujer
Y a un amigo desleal
Dice asi al confesor:
Los maté, sí señor,
Y si vuelvo a nacer
Yo los vuelvo a matar
Padre no me arrepiento
Ni me da miedo la eternidad
Yo sé que allá en el cielo
El ser supremo me juzgará
Voy a seguir sus pasos
Voy a buscarlos al más allá, Ay, ay, ay!
El preso número 9
Era un hombre muy cabal
Iba la noche del duelo
Muy contento a su jacal
Pero al mirar a su amor
En brazos de su rival
Sintió en su pecho el rencor
Y no se pudo aguantar
Al sonar el clarín
Se formó el pelotón
Y rumbo al paredón
Se oyó al preso decir
Padre no me arrepiento
Ni me da miedo la eternidad
Yo sé que allá en el cielo
El ser supremo me ha de juzgar
Voy a seguir sus pasos
Voy a buscarlos al más allá, Ay!
El tango, tan proclive a grandes fatalismos y tragedias domésticas, abundó en esta temática. Miguel mencionaba “Tomo y obligo”, recientemente versionado por Diego el Cigala. Podría añadirse el tango de Gardel “Noche de Reyes” y el «La maté porque era mía».
NOCHE DE REYES
La quise como nadie tal vez haya querido
y la adoraba tanto que hasta celos sentí.
Por ella me hice bueno, honrado y buen marido
y en hombre de trabajo, mi vida convertí
Al cabo de algún tiempo de unir nuestro destino
nacía un varoncito, orgullo de mi hogar;
y era mi dicha tanta ver claro su camino,
ser padre de familia, honrado y trabajar.
Pero una noche de Reyes,
cuando a mi hogar regresaba,
comprobé que me engañaba
con el amigo más fiel.
Y ofendido en mi amor propio
quise vengar el ultraje,
lleno de ira y coraje
sin compasión los maté!
Que cuadro, compañeros, no quiero recordarlo!
Me llena de vergüenza, de odio y de rencor.
De qué vale ser bueno! Si aparte de vengarme
clavaron en mi pecho la flecha del dolor.
Por eso, compañeros, como hoy es día de Reyes,
los zapatitos el nene afuera los dejo.
Espera un regalito y no sabe que a la madre
por falsa y por canalla, su padre la mató!
TOMO Y OBLIGO
Tomo y obligo, mándese un trago,
que hoy necesito el recuerdo matar;
sin un amigo lejos del pago
quiero en su pecho mi pena volcar.
Beba conmigo, y si se empaña
de vez en cuando mi voz al cantar,
no es que la llore porque me engaña,
yo sé que un hombre no debe llorar.
Si los pastos conversaran, esta pampa le diría
de qué modo la quería, con qué fiebre la adoré.
Cuántas veces de rodillas, tembloroso, yo me he hincado
bajo el árbol deshojado donde un día la besé.
Y hoy al verla envilecida y a otros brazos entregada,
fue para mí una puñalada y de celos me cegué,
y le juro, todavía no consigo convencerme
como pude contenerme y ahí nomás no la maté.
Tomo y obligo, mándese un trago;
de las mujeres mejor no hay que hablar,
todas, amigo, dan muy mal pago
y hoy mi experiencia lo puede afirmar.
Siga un consejo, no se enamore
y si una vuelta le toca hocicar,
fuerza, canejo, sufra y no llore
que un hombre macho no debe llorar.
Si los ejemplos precedentes nos dan muestras suficientes de la misoginia, incorporada de serie a nuestras mentes, una canción que consagró doña Concha Piquer y que firmaron (¿cómo no?) esos tres puntales de lo cañí que son Quintero, León y Quiroga, riza ya el rizo, al presentarnos a la víctima exculpando al macho alfa que la acaba de matar: “La Ruiseñora” es tan sumisa que cuando Paco Olivares le dice que no cante más, renuncia a la fama de los tablaos y es tan agradecida que, cuando al final la mata, le da lisensia a los jueces para que la mate cien veces: ¡Eso es una mujer…. TONTA! Os ofrezco la versión de la Pantoja, ahora tan revitalizada con sus veleidades malayas, junto al Cachuli.
LA RUISEÑORA
En la taberna de ‘El tres de espadas’,
entre guitarras y anís del moras,
¡Cómo, cantaba la madrugada
por soleares la Ruiseñora!
Se acabó lo que se daba – le dijo Paco Olivares-
y la llevó hasta el artá
y ella, que lo camelaba, se puso blanca de azahares
y nunca volvió a cantá.
Pero Paco, antes del año, empezó a vorvé de día
y a bebé sin ton ni son
y mordiendo er desengaño, la flamenca repetía
en los hierros del balcón.
¿Qué te pasa, Ruiseñora?
que tengo un nío de pena y celos en la garganta,
que hasta el corazón me llora
por siguiriyas, por soleares y por tarantas
¿Qué sombra lo tiene esclavo?
¿De qué rumbo mardesío
viene este doló de clavo
que desbarata er sentío?
¿Dónde está el agonizante
que entre la noche y la aurora
se muere cantando un cante
mejó que la Ruiseñora?
Al ‘Tres de espadas’ corrió celosa
con la carita despavoría
y vió a su Paco que con la Rosa
en una mesa se divertía.
Subió derecha ar tablao;
¡Aquí está la Ruiseñora
pa’ lo que gusten mandá!
¡Lo de ese y yo s’ha acabao!
¡Vuervo a sé la cantaora!
¡Conque vamos a cantá!
-Pues se va a cumplí tu suerte!
y al relámpago de un tiro
er café se iluminó;
ella vio llegá la muerte
y, en el úrtimo suspiro,
de este modo le cantó:
¡Dios te ampare, Ruiseñora!
campanas doblen por er silencio de tu garganta;
recen por su cantaora
las siguiriyas, las soleares y las tarantas.
De un soplo m’has apagao
la lámpara de la vía,
mira qué bien has pagao,
lo que yo a ti te quería.
¿Dónde está el agonizante
que entre la noche y la aurora
se muere cantando un cante
mejó que la Ruiseñora?
Tenerle, por Dios, clemencia,
piedá tenerle los jueces,
que yo la he dao licencia
para matarme sien veces.
El problema no es que esto sean canciones ligeras. El problema es que pasan a nuestra mente como verdades axiomáticas y luego pasa lo que pasa. La lista podría ampliándose (podéis, incluso debéis, sugerir más títulos en los comentarios). El tango (La maté porque era mía) y la copla son dos campos más que abonados para esa violencia machista, razonada a base de volcánicas sentimentalidades entre Calderón y la Piquer.
Y pensar que, pese a tantos estímulos de este tipo, aún hay gente normal… Parece un milagro de Fray Leopoldo.
Alberto Granados
De verdad, qué letras para empezar el día…
Gracias, amigo Alberto, por tu generosísima dedicatoria. Al hilo de tu documentado post, me permito sugerir como punto de inflexión de esta actitud feroz y asesina de ciertos hombres la canción de Perales «¿Y quién es él?». En el post «Viático de adúlteras», del blog «Rebelión del Hipotecariado», (http://hipotecariado.blogspot.com/2010/09/viatico-de-adulteras.html) se analiza el fenómeno. Saludos agradecidos. Pablo Alcázar.
Me equivoquéme, don Pablo: ya habías hecho el post, ni más ni menos que cuando los posts aún no existían. Eso es ser rompedor, incluso más que Perales, quien decía que sus letras se las revisaba sus confesor, no se le hubieran deslizado algunas ideas contrarias a doctrina de la Obra. Eso es tener conciencia.
Tu artículo es desternillante.
Inma, no me digas que no conocías estas letras. El «Tomo y obligo» lo conoces, que lo incluye el Cigala en su Tango.
Abrazos mil
Una variante más «moderna» y erótico-masoquista de autoinmolación, entrega y sacrificio personal, toda una Ruiseñora contemporánea, nos la ofrece Malú (cantante muy admirable por otra parte) en su canción TODA, especialmente cuando dice:
«Te abriré las puertas del alma de par en par,
dispuesta a hacer todo a tu voluntad, dispuesta a hacer todo lo que te dé la gana, qué me importa.
Toda, de arriba a abajo, toda, entera y tuya,
toda, aunque mi vida corra peligro, toda, de frente y de repente, toda, desesperadamente toda,
haz todo lo que sueñas conmigo. »
Aunque mi vida corra peligro, ¡qué fuerte! (como se dice ahora)
Para contrarrestar, Andy y Lucas perpetraron una canción (Y en tu ventana), prodigio de la lírica y la preceptiva, donde entre gorgoritos bellísimos hacen rimar cocina, curiosamente, con cocina.
Y en tu cocina,
tan prisionera de tu casa
en la cocina…
Eso es crear!
En cuanto a lo que decía ayer de «chiquitear» (de Chiquito de la Calzada) la letra de «Tomo y obligo», el bueno de Diego el Cigala canta:
«…no es que la llore porque LE engaña…»
«…con qué fiebre la QUEDRÍA, de qué modo la adoré…»
«…y le juro, todavía, no consigo COMPRENDERME…»
Pero todo esto se lo perdonamos -pecata minuta- sus incondicionales (casi todas las piezas son bellísimas en su personalísima voz) ¡Cuántos gazapos se nos cuelan a nosotros en estos comentarios! Además, él mismo lo justifica muy elegantemente en el precioso libreto que acompaña al CD.
«Quiero pedir disculpas a los autores de estas obras de arte que he interpretado por las pequeñas licencias y confusiones que pueda haber en los textos; se deben al rigor del directo y con ellas he pagado el atrevimiento al grabar en vivo este proyecto en su estado más primigenio sin haberlo rodado antes en gira.»
Dicho queda.
Cristina Rosenvinge: «Alguien que cuide de mí, que quiera matarme y se mate por mí».
Que bueno.Quizás eche de menos alguna de Los Chichos del tipo» malamujer no tirne corazón, mátala,mátala,mátala»
Es que yo soy mucho menos trágica, Sr Alberto, así que prefiero y me quedo con aquellas canciones donde se le acaba dando una patada al sufrimiento. Te pongo otra canción del Cigala, y que te pondré en un vínculo externo para que l@s demás amig@s tengan un contrapunto a estas situaciones…»Se me olvidó que te olvidé»
Don Pablo, eres un prodigio de erudición. Gracias por la referencia.
Marifé, magnífica tu aportación: la lumpen-rumba, de la que no soy muy concocedor, tienen que abundar en «perlas» de esta temática.
Inma, magnífica canción. Se te ve muy cigalera.
Abrazos mil
Por una vez no estoy de acuerdo con vosotros. La creatividad, el arte lo contienen todo y sin el amor y la muerte nos faltarían no sólo trágicas canciones sinó también grandes tragedias. Alberto: Hablas sólo de la violencia machista. ¿Qué pasa con Medea, por ejemplo? ¿O con Salomé?. Jamás defendería ningún tipo de violencia pero no es menos cierto que así como algunos hombres recurren al cuchillo, algunas mujeres se sirven de otras armas para ir matando poco a poco. No creo en lo políticamente correcto en todo lo que concierne al espectáculo ni creo que las canciones, el cine, el teatro y sus violencias inciten a nada que ya no esté en los propios humanos cuando, sin otro alimento que su instinto, siegan las vidas de otros.
Dije.
La violencia como épica y como estética… no me opongo, que como dices el arte tiene miles de caminos. Me llamé Rigoletto y la ópera está llena de fastiuuosos momentos de violencia, de muerte llenas de espectáculo (Aída, El trovador, Rigoletto…). Las canciones ligeras también.
Pero no es igual la percepción tuya o mía, que la del niño bombardeado por modelos sexistas violentos desde los pocos años. A fin de cuentas, he sido maestro 39 años y eso me condiciona.
Dije yo.
Hola Alberto:
Yo estoy fascinado al leerte y adoro la forma en que respondes cada uno de los comentarios. Estoy totalmente de acuerdo contigo respecto a que todo este machismo, misoginia y lo que componen los modelos androcentristas los vamos mamando desde pequeños. Permíteme, si es que puedo hacerlo, felicitarte por estos textos que invitan a la reflexión, aquí en México como en muchos otros países no pasa esta herencia musical ajena a la que has mencionado, de hecho mucho de lo que has dicho aquí en México ha sonado y suena bastante. Ni qué decir si nos vamos ahora mismo con algunas «canciones» de reggaeton que escuchan más nuestros y nuestras adolescentes… me quedo pensando en por qué atrae tanto.. y simplemente me respondo a «es dar como ritmo» a todo esto que nos han aprendido y aprehendido desde peques. Un abrazo y quedo a tus órdenes.
Marco Antonio, muchas gracias por tus elogios. Siéntete en mi blog como en tu casa y enriquécelo con cuanto comentario (aquiescente o discrepante) creas oportuno.
Permíteme la vanidad de recomendarte, como los chefs de los restaurantes, los relatillos que escribo.
Un saludo granadino.
[…] y misoginia Por Alberto Granados Hace unos meses rebuscaba contenidos sexistas, abiertamente misóginos en canciones ligeras, desde la copla, al tengo, pasando por la música pop. Hoy os traigo una de las arias más […]
[…] https://albertogranados.wordpress.com/2010/10/07/la-mate-porque-era-mia-misoginia-y-canciones/ […]
.Muchas gracias por dar esta visión de la misoginia. Mi campo no es el de la música, sino el del arte y la imagen, que contribuyen a crear esta alambicada idea de la mujer feliz de sufrir agresiones como símbolo de amor. Esta visión desde la música me amplía la construcción androcentrista. Aunque se sale del estilo que estais mostrando (ya os digo que a nivel musical soy una analfabeta), Marilyn Manson en canciones como «Eat me, drink me» muestra los deseos y anelos de dominación y violencia de un psicópata. Aunque es sabido que es seguidor del periodo de la República de Weimar, en el que se conjuga la libertad sexual y la misoginia científica, intelectual y social. Y en el video de «Sturmgruppe» también aparece la violación «estetizada» de Lana del Rey. Aunque hay videosclips, si se pueden considerar así, que son una oda a las agresiones sexuales y asesinatos de mujeres.
Como bien dices, esto actúa como un sistema «educativo» perfecto de comportamientos machistas, junto con el lenguaje cargado de sexismo que utilizamos involuntariamente, las imágenes que recibimos, el uso de la ropa que refuerza los géneros, el urbanismo. etc y tantas cosas que van construyendo, sin que nos percatemos, la fortaleza del machismo y la misoginia. Por eso muchas gracias por este post, al igual que todos los comentarios que le siguen que son magníficos también.
Gracias a ti, Sylvia, por tu generoso comentario.
El post es de hace mucho tiempo ya. Últimamente apenas hago nada en el blog, que languidece de extenuación.
En cualquier caso, invitada quedas a leer los relatos, que a mi juicio son bastante aceptables.
Un saludo desde Granada,
AG
Es un alivio encontrar a alguien que realmente sabe lo que están hablando en blogoesfera . Con seguridad, que sabes cómo llevar un tema a la luz y que sea adictivo. Más gente tiene que leer esto.
Te agradezco tu comentario. Al ver que se trataba de un abogado, esperaba más enjundia, tal vez alguna experiencia profesional.
En fin, gracias por asomar por aquí