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La fuente de los poetas


Durante la mañana del pasado sábado, con un hermoso día primaveral, salimos con unos amigos a visitar la Fuente del Avellano, donde no ponía mis pies desde hacía más de treinta años.

Para llegar a este literario lugar, hay que pasar Plaza Nueva y adentrarse en la Carrera del Darro, el mítico río de oro o Dauro, que transcurre por el Valle del Paraíso, entre el Cerro del Sol, continuación de la Sabika, la colina de en que se asienta la Alhambra, y el Monte Sacro, o Sacromonte, donde se fraguó el fraude religioso más curioso de la historia: demostrar que el cristianismo y las religiones judía e islámica estaban sutilmente emparentadas, lo que equivalía a desautorizar las persecuciones contra moriscos y judíos y los salvajes autos de fe.

El recorrido permite ver el río abajo, flanqueado por alamedas y pequeñas huertas, mientras a la espalda se va quedando la ciudad, cada vez más abajo, de la que termina por verse sólo el cimborrio de la catedral.

(Poema La Fuente, de Gabriel Ruiz de Almodóvar.

El grabado es de José Ruiz de Almodóvar) 

 

A la fuente del Avellano la consagraron como lugar literario Ángel Ganivet y otros artistas, que a fines del XIX venían a tomar sus aguas depurativas por la noche. Se dice que también tomaban pastisse y en cantidades masivas, y que no venían tan solos, que siempre los acompañaba alguna chica sensible a las cosas del cuerpo. Pero eso tal vez sean habladurías. Ellos, la Cofradía del Avellano, publicaron en 1899 un volumen colectivo llamado «Libro de Granada», con textos de Ángel Ganivet, Gabriel Ruiz de Almodóvar, Matías Méndez Vellido y Nicolás María López, en tanto que las preciosistas imágenes eran cosa de Adolfo Lozano, Isidoro Marín, José Ruiz de Almodóvar y Rafael Latorre. Fue reeditado en edición facsímil en 1987.

Desde hace unos años, el Patronato del Albayzín decidió rehabilitarlo, para lo que se replanteó su ajardinamiento y se pusieron unos muros de cemento con láminas metálicas donde aparecían poemas y textos de autores locales y otros ajenos a la ciudad.

La incuria, la dejadez municipal, han hecho que los grafiteros emborronen los textos, hasta el punto de que algunos resultan ilegibles, y el entorno fue durante un tiempo asentamiento de jóvenes sin techo. Una situación realmente penosa.

Yo fotografié los textos y he conseguido reescribirlos todos menos tres, que están más destrozados. Son los que os adjunto.

CONTIGO

En estas soledades,

aprende los secretos

del agua y de los árboles.

Cuando mires al fondo,

descubre tu mirada,

el color de tus ojos.

Si la fuente te ha dicho

lo que nunca escuchaste

en medio de los gritos,

a la ciudad regresa

con todas tus palabras.

Que los demás te esperan.

(Luis García Montero)

 

 

LAS COSAS

El bastón, las monedas, el llavero,

la dócil cerradura, las tardías

notas que no leerán los pocos días

que me quedan, los naipes y el tablero,

un libro y en sus páginas la ajada

violeta, monumento de una tarde

sin duda inolvidable y ya olvidada,

el rojo espejo occidental en que arde

una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,

láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,

nos sirven como tácitos esclavos,

ciegas y extrañamente sigilosas!

Durarán más allá de nuestro olvido;

no sabrán nunca que nos hemos ido.

(Jorge Luis Borges)

 

 

 

 

 

¡Oh, cristalina fuente,

si en estos tus semblantes plateados

formases de repente

los ojos deseados

que tengo en mis entrañas dibujados!

(Juan de la Cruz)

 

 

 

 

CASA ESCONDIDA

Una casa sin dueño, perdida entre los álamos,

ha dejado que el agua de la lluvia incansable

habite sus estancias, derribe los aleros.

Un camino rodea la morada sin dueño:

desconchones y grietas, la polilla callada

que estará en algún sitio, y el estrago del tiempo

ocupándolo todo en la casa escondida.

Nadie busca la historia de tanta ruina inútil:

todos pasan de largo y alguien hace una foto,

sólo el agua se queda sin hacerse preguntas.

(José Carlos Rosales)

 

 

 

 

 

La calle de mis mejores recuerdos infantiles se llama Fuente de las Risas. En la penumbra de las casas el barro de los canteros y los botijos tenía una superficie prometedora de frialdad, y como el agua era tan trabajosa de obtener se administraba con una precaución en la que había algo de respeto religioso, como el que inducía a nuestras madres a besar el pan que se había caído de la mesa después de recogerlo.

El agua de los veneros de las huertas discurría encauzada por acequias de frescor y de sombras, se labraba la tierra, se alisaba hasta dejarla porosa y sin grumos, se esparcía la simiente o se trasplantaban tallos frágiles de hortalizas, y cuando llegaba el agua por primera vez a los canteros, en el riego del atardecer, se levantaba un olor denso de polvo recién humedecido, de tierra empapada y oscura, en la que ya estaba surgiendo, gracias al agua el misterio de la fertilidad.

(Antonio Muñoz Molina)

 

 

 

 

 

 

Si no estuviese viva cuando vuelvan

los petirrojos, al de la encarnada

corbata, en mi memoria,

echadle una migaja.

Y si no os lo pudiera agradecer

porque profundamente ya me hubiese dormido,

¡notaréis que lo intentan

mis labios de granito!

(Emily Dickinson)

 

 

 

 

 

DE AYER PARA HOY

Después de este desorden impuesto, de esta prisa,

de esta urgente gramática necesaria en que vivo,

vuelva a mi toda virgen la palabra precisa,

virgen el verbo exacto con el justo adjetivo.

Que cuando califique de verde al monte, al prado,

repitiéndole al cielo su azul como a la mar,

mi corazón se sienta recién inaugurado

y mi lengua el inédito asombro de crear.

(Rafael Alberti)

 

 

 

 

 

POEMA DE VALPARAÍSO

Estallan en la fronda de amor los ruiseñores

ebrios de tanta noche, de tanta melodía.

En el cóncavo cielo se reflejan las flores

y allí la brisa tenue las riza de alegría.

El agua oculta pulsa sus roncos atanores

y una lechuza enciende su cruel sabiduría,

escéptica en el coro de pájaros cantores,

quieta en el agua ansiosa que va buscando el día.

Sobre la hierba cálida que el rocío aún no moja

-yerran sus gotas leves por el aire insumiso-

bajo la luna llena, se abre una rosa roja.

Nuestras bocas se besan: la aurora da el aviso

de un futuro de amores, mientras el sol arroja

sus primeras semillas en este paraíso.

(Antonio Carvajal)

Con la esperanza de que desde el ayuntamiento de la ciudad se tomen en serio el patrimonio cultural y este espacio vuelva a estar cuidado y vuelva a ser una excursión llena de resonancias literarias, en vez de una frustrante experiencia.

Alberto Granados

16 comentarios el “La fuente de los poetas

  1. Lástima que en un lugar tan literario e idílico aparezcan esas flores del mal tan poco baudelairianas. Firmas de analfabetos entre palabras tan hermosas: hierbajos, maleza, broza…

    Que tu esperanzado deseo se cumpla, Alberto.

    Un abrazo

  2. Querido amigo:
    Lamentable situación del lugar idílico de La fuente del avellano, lugar que me vio nacer y al que dediqué más de un poema. De hecho no sé siquiera en qué situación se encuentra uno de estos poemas que figuran en uno de aquellos monolitos del paseo. En cualquier caso gracias por acordarte de tan hermoso lugar y de su lamentable estado.
    Un abrazo de tu amigo: Francisco Acuyo

  3. Miguel, esto es lo que hay. Parece que ser alternativo implica ser destructivo con la cultura. Ya no se salvan ni lo sillares de las catedrales. Por mágica que resulte una portada, un detalle arquitectónico, un adorno en piedra… siempre habrá un descerebrado que lo firme con espray. O tempora!

    Francisco, me encanta verte por mi blog, al que quedas invitado. Y, al timepo, lamento que precisamente tu poema sea uno de los más dañados, con pintura azul y escasa claridad (junto con Ángeles Mora, te he desaparecido). Si me mandas el poema, lo inserto y lo anuncio en Facebook, de forma que los que ya han visitado esta entrada sepan que he añadido tu poema.
    Siéntete en este blog como en tu casa.

    Abrazos mil

    AG

  4. Las aguas de esa fuente del Avellano arrastran versos que tú hoy has salvado del naufragio del analfabetismo de aquellos que maltratan tanto la cultura como el patrimonio común.

    Un abrazo, Alberto.

  5. Marisa, la bohemia granadina era como era. Y la estolidez, pues también.
    Os adjunto un artículo del diario Ideal sobre como funcionaban por aquí estos artistas:
    http://www.ideal.es/jaen/prensa/20070401/vivir/avellano-rinconcillo_20070401.html

  6. […] de Ribera, coetáneo de Ganivet y partícipe de las actividades, no siempre recomendables, que la Cofradía del Avellano llevaba a cabo. Él patrocinó en este carmen una tertulia literaria de bastante enjundia, con lo […]

  7. Como me gustaría contar con toda esta documentación!!! Me la podían pasar????

  8. Bienvenida, Encarna, a este blog. No tengo problema en comaprtir «esta documentación, pero es que no hay documentación: en su momento hice las fotos, escaneé alguna cosilla, busqué algún enlace… y puse en el post todo ese material. Puede cogerlo directamente del blog, pues yo no conservo ninguna otra cosa. Pinchar los enlaces (aparecen en otro color) y copiar-pegar las fotos y mi texto. No hay otro misterio.

    Un cordial saludo,

    AG

  9. donde esta la de porfirio herrera

  10. Muy poco pueden hacer los políticos ante una banda de desaprensivos pintamonas. Tendríamos que tener un policía cada uno al lado para no llevar a cabo felonías como esta.
    ¡Cómo es posible que haya seres humanos tan poco sensibles a la belleza!
    ¿En qué cuadras no han aprendido que el respeto es la primera norma de convivencia entre los humanos?

    • Es cierto que los plíticos pueden hacer muy poco, pero la actual corporación es que no hace absolutamente nada. Limpiar el paraje, asomar por allí dos o tres veces al día, identiicar a quienes viven por allí… En síntesis: dejar claro que aquello es parte de la ciudad y que está bajo control. Pero el arreglo lo ha hecho la Fundación Albaicín, vinculada a la Junta, lo que para el equipo de gobierno equivale a un motivo para ir a la contra, como viene sucediendo con el AVE, el metro y mil cosas más, que al margen de los líos entre los partidos, a quien realmente están machacando es a la ciudad y a sus habitantes.

      Un saludo,

      AG

  11. Me ha dado alegría encontrar este blog, desde hace tiempo tenia ganas de poder expresar lo mal que me he sentido al pasear por ese camino tan maravilloso y con tanta historia a sus espaldas, pero que mala suerte ha tenido ese lugar, las personas incultas y desaprensivas que han causado ese deterioro que con tanto cariño se restauro, para el disfrute de todo aquel que quisiera pasear entre sus arboles arbustos y poesías. Para mi tiene una historia especial, mi madre me contaba que cuando era pequeña acompañaba a su madre y tías a recoger agua de la fuente y en su memoria siempre estaba ese lugar que le traía recuerdos junto a su madre, cuando falleció hace pocos años quisimos que sus cenizas estuvieran en ese lugar que tantas veces nombraba. Y allí descansa en su tierra y con su gente la ciudad que desde pequeña tubo que abandonar pero que siempre estuvo en su corazón y en su mente.
    Espero que algún día se vuelva a limpiar y adecentar ese sitio que tan especial es.Gracias.
    Carmen.

    • Esta ciudad, que se deteriora por momentos, tiene miles de evocaciones para todo el mundo. Muy bonita la historia familiar.

      Y bienvenida a este blog que está casi casi agonizando. Una sugerencia: los relatos.

      Un saludo,

      AG

  12. Falta el poema o texto de Thureau, uno de los que mas me ha impresionado.

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